El contacto de Mercurio en conjunción con el Sol en Tauro y en sextil con Neptuno en Piscis, invita al uso de la imaginación y la intuición para escribir y crear, lo que parece una coincidencia hermosa y el mejor regalo que el cosmos brinda para celebrar el 450 aniversario del nacimiento de William Shakespeare el 26 de abril 1564.
Las obras de Shakespeare: Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, El Rey Lear, Macbet,…, reflejan el alto nivel y consideración que la Astrología tenía en la sociedad de Elizabeth I en la política, la religión, el arte, la medicina, etc. El autor a través de sus personajes, muestra diferentes actitudes hacia la disciplina bien en la forma de superstición, creencia, ridículo o misterio.
Un ejemplo de ello es el primer discurso de El Rey Lear, Acto Uno, Escena Uno, William Shakespeare,
“¡Está bien! Quédate con la verdad por
dote; pues, por los sagrados rayos del sol,
por los sombríos misterios de Hécate y de la noche,
por todas las influencias de esos globos celestes que nos
dan vida o nos matan.”
El autor al tener al Rey Lear hablando en términos de un culto generalizado de los cuerpos celestes, es uno de los pasajes en los que refleja el uso natural de la astrología en su tiempo y en sus obras.
Para la época algunos creían que la astrología ofrecía la verdad y la sabiduría que explica los misterios del universo, mientras que otros la rechazaron en favor de las nuevas explicaciones científicas y reformas religiosas, que fueron las causas de la invalidación de la Astrología a finales del Renacimiento.
Siempre me encantan y no dejan de fascinarme los innumerables casos de sincronicidad entre el universo y los hechos. Este en particular me conmueve y me confirma en el fascinante mundo de la Astrología.