Los signos del zodiaco son la parte más familiar de la astrología. La gran mayoría tiene una idea de cuál es su signo solar y, de alguna manera, genera algún tipo de identidad con él. Me parece una buena idea revisitar lo esencial de cada uno de ellos. Esta primera entrega la dedico a los seis primeros signos de Aries a Virgo.
Estos signos, conocidos también como signos solares, conforman en su totalidad un mapa estelar en el que se mueven los planetas y los astros celestes, tomando a la Tierra como punto de referencia. Cada signo corresponde a un área de ese mapa y tiene características particulares que lo definen y lo diferencian a su vez de los otros.
Saber un poco de cada uno de ellos ayuda a descubrir rasgos del individuo y de los seres con los que se relaciona, que pueden estar ocultos a simple vista. Este conocimiento extra permite activar la astrología como la herramienta funcional y beneficiosa que puede ser para la vida cotidiana.
Inicialmente y como una pequeña introducción de los doce signos del zodíaco, es útil conocer que se agrupan según cuatro elementos de la naturaleza: fuego, tierra, aire y agua. Tienen un planeta o astro que los rige, que pudiera ser compartido por otro signo, y también gozan de una de las tres cualidades: pueden ser cardinales, fijos o mutables. Estas similitudes y diferencias establecen una relación inmediata entre ellos, que con la práctica se hace cada vez más importante.
La energía pura de Aries. 20 de marzo al 20 de abril
Es un signo de fuego, de cualidad cardinal, comienza exactamente con el equinoccio de primavera y está regido por el planeta Marte. Es un signo de comienzos, de energía pura, activo y que necesita estar en movimiento y en constante cambio. Quiere y busca libertad y no depende de las exigencias sociales, lo que lo convierte en un pionero innato. No tiene ningún tipo de interés en ser razonable, prudente, oportuno, práctico o eficaz. El Aries se centra en sí mismo, así que puede ser antisocial. Para las emociones es entusiasta, volátil y tiene la necesidad de hacerse valer. Primero actúa y después piensa.
La creatividad de Tauro. 21 de abril al 21 de mayo
Es un signo estable de Tierra de cualidad fija y regido por Venus. Es perseverante y posee una fecunda creatividad. Desarrolla las energías que recibe y las configura en su propio estilo. No es especialmente social. Es el signo más sensual del zodíaco. Lento pero seguro y tiene una orientación particular por la belleza y las artes. Tiene un carácter práctico y con los pies en la tierra, junto con un fuerte deseo de crear condiciones seguras y estables en la vida. Posesiones y asuntos financieros son importantes para Tauro y, en general, le gusta manejar sus propias finanzas. Es naturalmente ahorrativo y tiene una habilidad especial para reconocer gangas. Primero piensa y después actúa.
La verborrea de Géminis. 22 de mayo al 22 de junio
El elemento que lo caracteriza es el aire, de naturaleza mutable, que sugiere dos rasgos básicos opuestos en una misma personalidad, y está regido por Mercurio. Tiene una facilidad verbal y mental sin competencia en el zodíaco. Aprende con rapidez, pero frecuentemente sin profundidad. Siente curiosidad por todo y quiere explorar su entorno aunque no lo evalúa en términos personales. Muy sociable, pero se resiste a las cosas que lo limitan. Puede involucrarse emocionalmente con las personas muy fácilmente y sin importar las consecuencias. Cambia de forma acelerada, moviendo las energías planetarias a un nivel más alto y abstracto al mismo tiempo. Piensa y actúa al mismo tiempo.
Los sentimientos de pertenencia de Cáncer. 23 de junio al 22 de julio
Es un signo de agua, de cualidad cardinal, que marca el solsticio de verano y está regido por la Luna. Es una persona muy familiar. Genera sentimientos de pertenencia y se relaciona emocionalmente con el pasado, la infancia, la familia, la madre, la comunidad o su tierra natal. Necesita la seguridad emocional de un entorno que lo apoye emocionalmente y de relaciones que lo nutran efectivamente. En retribución se convierte en una influencia emocional protectora y positiva. Si le falta, por el contrario, esta seguridad emocional, puede convertirse en una persona temerosa, codiciosa y posesiva de una manera infantil. Piensa con el corazón.
La majestuosidad de Leo. 23 de julio al 22 de agosto
Siendo de fuego, el segundo de los signos fijos y está regido por el Sol. Tienen un ego bien desarrollado, una gran confianza en sí mismo y con una gran necesidad de expresarse para lograr la admiración de los demás. También posee una gran necesidad de controlar su propio destino y es una influencia estabilizadora para los que lo rodean. Es glamoroso, generoso, organizador y es siempre el centro de atención. Le gusta jugar el rol de león y se identifica completamente con el animal. Como su regente el Sol, el Leo es una fuente de energía. Puede ser arrogante, persistente y obstinado. Piensa desde su centro.
La precisión de Virgo. 23 de agosto al 22 de septiembre
Es un signo de tierra, mutable y está regido por Mercurio. Es preciso y siempre hace lo necesario y suficiente. Posee un ego completo que lo lleva a un acuerdo perfecto entre lo físico y lo social. Utiliza con frecuencia marcos de referencia para aprender a ser eficaz y conocer las realidades a las que hay que servir. Es recto y realista, súper práctico y eficiente. Está en permanente búsqueda de la perfección, por lo que tiene un punto de vista muy crítico incluso para sí mismo y es también autoanalítico. Es detallista como ninguno en el zodíaco y no comete los mismos errores. Estética y pensamiento práctico.
Con la descripción de estos primeros seis signos de características bastante personales y, en todo caso, relacionados con su entorno más inmediato, se puede comenzar a relacionar e identificar ciertos rasgos de estos signos en familiares, amigos y compañeros de trabajo, como una primera aproximación informal de la teoría a la práctica astrológica.
